Monday, September 10, 2012

Dia 7: DIA EN EL PUEBLO

Nos despertamos temprano. Desayunamos hablando con un chico del hotel con el que al final tuvimos buena amistad. El estaba interesado en aprender español, así que le escribimos unas cuantas frases en un papel. A cambió el nos enseñó algo de Bahasa Indonesia. No es muy complicado, al final terminé sabiendo algunas frases. También le preguntamos por el sonido extraño de nuestra habitación, que yo pensaba que era un murcielago, y el nos explicó que se trataba de un pequeño lagarto que ellos llaman “Cicak”. Realmente pequeño para el ruido que hacía.



Hora del baño. El hotel tiene unas escaleras que van a un jardín, y al río. Diego se quedó tomando el sol, yo preferí darme un baño. La corriente era bastante fuerte y a menudo tenía que agarrarme a las rocas para no ser arrastrado. De repente, parado en una de esas rocas, mire hacia arriba y en uno de los balcones de una de las habitaciones, la vi. Una de las chicas del hotel. Se acababa de duchar y estaba ahi, con su melena negra y lisa, su piel morena y mojada brillando al sol, envuelta en una toalla. Me vio, me sonrio y se volvio de espaldas. De vez en cuando mientras se secaba el pelo, giraba la cabeza, me miraba y volvia a sonreir. Si no fuera porque Diego estaba seguro de que a ella le gustaba el....diria que me estaba provocando.
 
 Cada cierto tiempo pasaban niños navegando en cámaras de ruedas de camión a modo de “donuts” de los parques acuáticos y todos me ofrecían coger una, así que al rato bajé río abajo hasta encontrarme con ellos y me dejaron una encantados. Subimos hasta la zona del centro de orangutanes (20 min. Andando) y antes de lanzarnos al agua ellos empezaron a atar unas cámaras a otras. Al final teníamos un “barco-tren” de caucho.



La experiencia fue mas que divertida, me lo pasé en grande aunque el río no era demasiado bravo. Además los niños eran geniales. No paraban de reírse y de mojar a todo el mundo que hacia la colada a la orilla del río o a cualquiera que ya estuviera dentro bañándose. Lo malo, es que, una vez abajo, había que volver a subir andando, así que decidí hacerlo solo dos veces. Por el camino, en la aldea, todo el mundo te mira y te sonríe, pero no es como en Thailand, donde sabes que te sonrien porque en realidad ellos no ven a una persona extranjera, ellos ven un billete de dolar como en los dibujos animados. Aqui se puede sentir como la gente local realmente aprecia y se alegra de que el visitante disfrute  de su pueblo y su gente. Te saludan, te preguntan... Te sientes incluso mejor que en casa.

 
Después de comer se acercaron los dos guías para ver como teníamos la idea de la expedición por la selva. Les contamos lo que nos había propuesto el guarda del centro y ellos nos contaron que lo mejor es ir con guías y pasar varias noches en la selva si lo que queríamos era ver animales y vivr la experiencia. Además nos contaron que la aldea se sustenta con eso. Así que negociamos pasar 5 días en le selva, 4 noches, por unos 85 euros cada uno. Nos parecía un poco caro para el país, pero cuando vimos el despliegue...lo entendimos. Quedamos con ellos para el día siguiente a las 6 de la mañana.


Por la noche después de cenar, los chicos y chicas del hotel se ponían en nuestra mesa a tocar la guitarra y cantar canciones de los 80-90 (todo el mundo en esa aldea sabía hacerlo).  La chica que habia visto antes no estaba. Así que después de cantar un rato nos fuimos a dormir nerviosos por la expedición, cosa que yo deseaba especialmente porqué en parte, uno de los objetivos del viaje era precisamente para eso. Después de ver tantos documentales, me moría de ganas de entrar de lleno en una jungla tropical como esa.

No comments:

Post a Comment