Saturday, August 10, 2013

Día 9.2: Gibones ladrones

Nos depedimos de todo el mundo. Edu, el guía, no podía seguir el ritmo y decidió volverse a casa con su familia y dejar a Johnson al cargo del grupo que ahora era de sólo 3 personas, Silvia ( la chica alemana ) Diego y yo.

Empezamos como siempre subiendo una colina bastante empinada, me empezaban a doler las piernas bastante, pero al poco tiempo se calentaban y no había mas dolor.

Al llegar a la cima paramos a descansar y esperar a Silvia. Decidimos seguir el camino bastante mas despacio para no perderla.

Bajamos por una ladera mucho mas empinada, nos caiamos todo el tiempo, era imposible mantenerse de pie. Me resbalaba y me intentnada agararrar a cualquier rama que podía para arar la caída, muchas veces la rama resultaba tener  algún tipo de pichos o pelos urticantes, así que al llegar al valle donde había como en casi cada uno de ellos, un río, todos nos metimos a limpiarnos el barro y lavarnos los cortes y las zonas irritadas.

Decidimos quedarnos un rato a descansar y comer algo. Johnson sacó algo de fruta y de repente empezamos a oir ruidos entre las ramas de los árboles que teniamos encima. Entre las verdes hojas de los árboles se veían figuras totalmente negras con largos brazos balanceándose de rama en rama con mucha velocidad, habían varias y nos estaban rodeando. Cuando se pararon colgando de las ramas, empezaron a gritar y a inflar unas membranas que tenían en el cuello y a mostrar los dientes todos a la vez. El guía nos gritó que cogíeramos todo rápidamente, yo estaba grabando y antes de que me diera cuenta uno de los simios bajó y cogió mi mochila. Volvió a subir al árbol con la misma velocidad. Para recuperar la mochila le ofrecí algo de fruta, bajó de nuevo, dejó la mochila en el suelo y recogió la fruta y volvió a escalar el tronco del árbol hasta quedar colgado de una rama. Unos segundo mas tarde, todos los demás bajaron y nos quitaron toda la fruta que teníamos.


Johnson nos explicó que los gritos son un reclamo del territorio, lo hacen siempre para hacer a todos los demás saber que esa es su zona.

Estuvieron un buen rato comiendo fruta colgados sobre nosotros, que nos sentamos en el suelo a observar como disfrutaban de nuestros alimentos.

Al terminar desaparecieron igual que vinieron, entre las hojas de los árboles. Nos sorprendió la velocidad a la que se desplazan sin saltar, sólo enganchando ramas con sus manos.


Al poco tiempo nos levantamos y seguimos el camino hasta que llegamos a una parte en la que el río se ensancha, donde dos hombres nos esperaban con los plásticos montados entre los árboles y preparando comida para pasar la noche.

Estábamos jugando a las cartas, Johnson había ganado un par de juegos y los extranjeros teniamos la cara pintada con grasa negra del cazo donde concinaban. Estuvo riéndose de nosotros como un loco. Nos acostamos, apagamos el fuego y a los 20 minutos vimos como Silvia y Johnson dejaban la tienda... No estaba muy lejos pues la oimos gemir  durante un rato hasta que nos quedamos dormidos. Tanta selva te vuelve salvaje...o a lo mejor era un poco guarrila.

Wednesday, October 3, 2012

Día 9.1: VARANOS

Cuando me desperté todo el mundo dormía. Hacía frío. Me dolía todo de las raices y las piedras clavándose en mi cuerpo durante la noche. Salí de la tienda, el sol estaba todavía escondido y había algo de niebla que no dejaba ver entre la vegetación. Me lavé la cara en el río y al incorporarme ví a una familia de macacos bañandose a 5 metros de mí, eran 7 u 8 monos. Uno de ellos se acercó a mí y se puso a observar el objetivo de mi cámara. De pronto se asustó, se echó para atrás y me dí cuenta de que había visto su propio reflejo en la lente y pensaba que era otro mono, tened cuiadado con esto porqué más tarde me volvió a pasar lo mismo con otro mono y se puso bastante violento con mi cámara. Al menos pude sacar algunas fotos.

De repente los monos empezaron a gritar y se pusieron a la defensiva mirándome. Yo no entendía  nada, hasta que miré a mi izquierda y ví salir de entre la vegetación a un lagarto monitor o varano ( si no es esta la especie, lo siento ) de unos 2 metros de largo a menos de un metro de mis piernas, sacando la lengua y moviendo la cabeza de un lado a otro. Estaba tan cerca que llegó a tocarme con su lengua y entonces empezo a hacer una cosa rara levantando el torso...yo no sabía que hacer. Entonces, una voz me dijo: "Shhhh, no te muevas, quédate quieto..." Era uno de los guías que ya se había despertado. Se acercó a mí y empezó a hacer los mismos moviemientos que el lagarto....una situación un poco rara, pero al rato de hacer eso, el varano echó el torso al suelo otra vez, se dió la vuelta y se metió al río.

Nos sentamos en silencio a desayunar, té y galletitas dulces y a disfrutar de un momento de paz tan exclusivo. La selva empezaba a despertar con los sonidos de insectos, monos, pajaros...Pero un sonido se elevaba por encima de todos los demas, un grito que venía de lejos y aún así tenía una potencia enorme y un mensaje claro: Esta es mi selva!! Era un Gibón o como los llaman allí Siamang. Estos simios tienen una especie de membrana bajo el cuello que se hincha como en algunos sapos y lanzan un grito que se puede oir a mucha distancia. Cada mañana el macho y la hembra hacen esto juntos para reclamar su territorio. Me explicó el guía.

También me explicó que lo que había hecho con el lagarto unos minutos antes era también un comportamiento territorial. Los varanos enseñan el torso y sacuden la cabeza en señal de advertencia pero si otro mas grande que ellos hace lo mismo, se dan por vencidos. También me comentó que había que tener cuidado porqué algunas veces muerden y no hacen ascos a nada.

Al cabo de 1 hora más o menos empezaron a despertarse los demás miembros del grupo. Se acabó la paz.  Desayunamos todos juntos, nos dimos un baño en la cascada y nos preparamos para separarnos. Todos se volvían al pueblo haciendo rafting por el río. Silvia, la chica alemana, decía que no querría venir con nosotros porqué íbamos demasiado deprisa y ella no podía seguir ese ritmo. Le prometimos que a partir de ahora iríamos mas despacio, el día anteior sólo intentabamos dejar atrás el ruido del grupo, así que aceptó acompañarnos una noche más.


Monday, October 1, 2012

Día 8.4: CAMPAMENTO 1

Después de comer nos sentamos unos minutos en las rocas, con los pies en el agua a charlar con los guías y demás excursionisstas. Terminamos de limpiarnos un poco y refrescarnos por última vez antes de emprender la marcha otra vez.

Empezamos todos juntos, subiendo una colina más hasta que llegamos a una zona donde la selva no era tan espesa, habían árboles con lianas y el chico Inglés se empeñó en hacer de Tarzán. Estábamos todos mirando como el chaval hacía el idiota, cuando el guía llamó a uno de los holandeses y le señaló la entrepierna. Todos miramos y vimos que tenía el pantalón manchado de sangre.

Al pobre le entró el pánico cuando el guía le dijo que era una sanguijuela y sin pensárselo dos veces se quitó el pantalón, y los calzoncillos. Allí estaba....justo en la ingle. Que suerte tuvo de que la sanguijuela se hubiera cansado de escalar tan pronto. La verdad es que era asquerosa, gorda y negra como si hubiera estado horas succionando al pobre holandés y no tuviera pensado parar nunca.

El guía se la arrancó con las manos y stuvo jugando con ella un rato. Al momento caí en la cuenta de que nosotros también podríamos tener alguna. Todos nos desnudamos y efectivamente, 4 de nosotros tenían alguna. La mía en el muslo...la pillé de camino, todavía no estaba hinchada de sangre.

Seguimos caminando y en vista de que esta gente no se iba a callar nunca, decidimos intentar seguir a Jhonson una vez más. Esta vez no nos costó tanto. O nos estábamos acostumbrando o él estaba mas cansado.

Al cabo de unas 4 horas de caminar sin parar bajamos la última colina. Allí encontramos una cascada y el campamento ya preparado por otros dos hombres que habían llegado navengando por el río.

Habían preparado la cocina, recogido algo de leña y herbido algo de agua del río para rellenar nuestras botellas.

Yo no pude esperar más, me quite la ropa y me fuí a dar un baño en el río y la cascada. Que bién sienta eso después de infinitas horas de caminar por el barro entre las hojas cortantes de algunas plantas y ser perseguido por orangutanes locos.

Después del baño, cuando ya habían llegado todos, cenamos arroz frito con verduras que habían recogido de la selva y de postre unas galletas que crecían por allí cerca....o que alguno había traido desde el pueblo.


Más tarde nos fuimos a la supuesta tienda, encendimos un fuego y jugamos a cartas al estilo Indo. uno de los guías nos enseñó algunos juegos bastante divertidos. Yo me acosté el primero, bajo mi trozo de tienda habían ramas o raices y piedras que se podían notar perfectamente ( es como dormir directamente en el suelo, sólo hay un fino plástico para aislarte de la humedad ). Pensé que no podría dormir así, pero con el cansancio que tenía....caí rendido en unos minutos.



Friday, September 21, 2012

Día 8.3: EMPIEZA EL TREKKING

Empezamos a caminar, detrás de Edu. Jhonson ya se fué mas deprisa que nosotros y desapareció entre la maleza. Edu nos pide que paremos y nos acerquemos a un árbol. Nos enseña un líquido blanco y nos explica que eso és látex con lo que se hacen los condones y que hace falta mucha cantidad de ese líquido para hacer un condón. Que cosas se aprenden en la naturaleza. De animales no aprendí mucho, pero de condones....modo experto.

Seguimos caminando y nos encontramos con los otros grupos. Uno formado por 4 chicos ( 2 holandeses, 1 Londinense que se llamaba Henry y 1 americano que por supuesto se llamaba Jhon ). Este grupo había contratado el trekking de 1 día con vuelta al poblado a la mañana siguiente haciendo rafting por el río. 1 chica alemana que se llamaba Silvia que quería hacer 2 días y un matrimonio ya mayor que lo que quería era ver orangutans libres y volverse para la hora del té.

Nos pusimos en marcha todos juntos. Todo el mundo en silencio, intenando escuchar algo que indique donde podrían haber orangutanes, todos....menos los dos holandeses que iban hablando de fiestas y tías. Ya os dije que hay mucho imbécil.

Al rato de caminar, la mujer mayor estaba que no podía más, así que para que no retrasara al grupo decidimos matarla, a nosotros nos pareció bién, al marido...de puta madre.

Es broma, no la matamos....pero lo pensamos. Se pasó 40 minutos diciendo: - Ay! Dios mío...no puedo más...podemos volver?.

El marido se hacía el sordo pero seguro que penaba: -Señora...váyase usted a la mierda.
El marido o yo...no me acuerdo ahora.

Bueno después de un rato de caminar, uno de los guías nos dió el alto y nos quedamos mirando a las copas de los árboles. Entre las ramas, en las alturas, se distinguía el pelo naranja de un orangután mediano. Todos nos quedamos mirando y al momento en unos árboles cercanos divisamos dos crías y sus dos madres. Ellos actuaban como si no estuviéramos, hasta que, el mediano nos vió, bajó del árbol a la velocidad del rayo y empezó a correr detrás nuestro. El guía nos grito que nos fueramos corriendo, que no le dejáramos acercarse. Así que todos corriendo colina abajo a empujones. Cuando paramos y nos dimos la vuelta, el pelirrojo ya no estaba.

Seguimos caminando. El grupo, excitado por lo que había pasado empezó a hablar a voces sobre los hechos: -Has visto eso?? venia a por nosotros??
             - Sí, lo he visto....yo también estaba, sabes?

Edu se había quedado atrás descansando ( la edad no perdona ). Así que Diego y yo decidimos seguir a Jhonson que ya se ponía en marcha otra vez. El ritmo que llevaba este chico era imposible...se metía entre los árboles, escalaba rocas, subía colinas....como el que pasea por su barrio. Sudamos como nunca para estar a una distancia suficiente para no perderlo. Al llegar a la cima de la primera colina yo me tuve que sentar porque no tenía mas fuerza, las piernas me iban a explotar.

Esperamos al grupo aquí y luego bajamos todos juntos por una ladera muy empinada llena de barro y hojas secas donde todos se cayeron sin excepción, incluidos los guías.


Una vez abajo encontramos un riachuelo donde nos limpiamos el barro, y el sudor, y los guías sacaron arroz frito de las mochilas y algo de fruta y almorzamos ahí para coger fuerzas para la tarde.



Dia 8.2: LOS GUIAS

a las 6:30 de la mañana se presentó Jhonson, un chico bajito, con el pelo rizado de piel oscura y 25 años aunque aprentaba....14, así son los asiáticos, siempre aperentan menos edad de la que tienen. El caso es que nos pidió que lo siguiéramos, y así lo hicimos. Nos despedimos de nuestros amigos del hotel y nos encaminamos hacia el poblado. Al dar unos cuantos pasos me giré y la volví a ver en el mismo sitio donde la ví el dia anterior. Era la misma chica, mirando con cara de confusión como si pensara que nos íbamos para siempre y le quedara algo por decir. En fin...cuando volvimos de la excursión me lo dijo, ya lo vereis.

Mientras caminábamos rumbo a la entrada del pueblo, Jhonson nos iba contando que el esperaba ser la siguiente generación de guías. Siempre acompañaba a Edu uno de los veteranos y nuestro principal guía, quien le transmitía todos los conocimientos sobre la selva, flora,fauna, supervivencia en una relación parecida a una especie de Jedi de la jungla. El trabajo de aprendiz no era tan sencillo. Como en muchos otros trabajos, el apreniz tiene que hacer el trabajo sucio, que, en este caso se trataba d ir abriendo camino cortando plantas, llevandose las telas de araña, pinchándose, etc, además de ir mas deprisa que el grupo ara avisar de las rutas cortadas y accesibles.

Caminamos hasta el primer puente colgante que hay en el pueblo y lo cruzamos, dejando bajo nosotros el río Bohorok mientras las mujeres mas madrugadoras ya estaban lavando ropa o recogiendo agua para cocinar el desayuno. Y algunos padres aprovechaban para darle un baño a los chiquillos.

Pasamos por el hotel ECO LODGE y nos adentramos poco a poco en la maleza por un camino entre el bambú mas alto que habia visto hasta la fecha. El ruido del río se iba desvanciendo con cada paso y las plantas y árboles se iban convirtiendo en un espeso mural verde devorando a cada poco a poco un pedacito del camino hasta llegar a un lugar donde dos postes de piedra clavados 2 metros bajo el suelo anunciaba el comienzo de la zona protegida. Aquí nos encontramos con Edu. Quien lo primero que nos explicó era que esos postes los clavaban profundamene porqué los cazadores furtivos y los dueños de plantaciones solían mover los límites del area protegida para así ganar más terreno.

En fin, después de las presentaciones nos preguntó si nos importaba pasar el primer día con otros grupos ya que ibamos a la misma zona a ver orangutanes. Le dijimos que si era sólo un día, no importaba. Tened cuidado con esto y dejádselo claro al guía desde el principio si no quereis uniros a otros grupos. No es que sea un anti social ni nada de eso. Pero las oportunidades de ver animales y de estar tranquilos disminuyen con cada persona que se una, y mas si no los conoces. Lo mismo te toca un imbécil, hay muchos.



Empezamos la caminata que duraría 9 horas.

Wednesday, September 12, 2012

Día 8.1: TREKKING EN LA SELVA DEL GUNUNG LEUSER

5 de la mañana y Diego y yo ya estabamos despiertos, entusiasmados ( como dos niños la mañana de reyes ) y preparados.  mochila pequeña con dos mudas para cada uno, camara de video, gorra y dos botellas de agua de 1,5 L, una para cada uno, es todo.

El resto del equipaje nos lo guardaron en la recepción del hotel hasta la vuelta.

Fuimos a desayunar a la recepcion como cada mañana y a esperar a que el guia apareciera. Mientras esperabamos yo me quede escuchando los sonidos que venian de la otra orilla, entre la maleza, e imaginando que cosas veriamos y viviriamos al cruzar y adentrarnos en ese otro mundo salvaje y no volver en 5 días.  La verdad es que no teniamos ni idea de lo que nos esperaba.

Esperabamosa a nuestro guía Edu.

Los del hotel nos dijeron que Edu es uno de los guías que sabe más de flora y fauna de la aldea. Es también el más mayor, a veces una desventaja como veríamos luego. Para un trekking de 1 o 2 días lo recomiendo, para más....no.

Hay dos maneras de hacer el trekking, la forma turística y la forma dura. Para la turística ( Caminar 3 horitas, ver 4 orangutanes, pasar la noche, volver al pueblo por el río en una cámara de rueda de camión a la mañana siguiente ) no hace falta nada especial, todo el mundo lo puede hacer. Para la otra manera, que es la que voy a contar aquí,recomendaría estar en forma, bastante. Nosotros lo pasamos bastante mal en algunos momentos.


El trekking se organizaba de la siguiente manera: Dos guías por grupo. El grupo camina durante el día durante unas 6 u 8 horas. La selva del Gunung Leuser ( así se llama, en honor al volcán que hay en medio, Gunung significa volcán en Indo, para que veais, que blog mas educativo ) no es una selva ni fácil ni desde luego llana. Són colinas empinadas o empinadísimas, una tras otra, con una vegetación espesa y a veces dolorosa, sanguijuelas, insectos, el Yeti, etc

Por la tarde si sigues vivo paras cerca del río, donde los guías ya han quedado con otros dos chicos del pueblo que han hecho el mismo trayecto pero por el río (mucho mas rapido y seguro. Que tíos mas listos... ) y han montado un campamento 5 estrellas que se compone de un plástico, 4 palos y... otro palo mas para los que les guste el lujo. Tambien montan otra  tienda igual que hace de cocina. Aquí cocinan maravillas como arroz y vegetales, o mi preferido: vegetales y arroz, también hierven agua, etc. No hay desayuno intercontinental, ya lo pregunté


Cada mañana cuando el grupo se levanta y empieza a caminar, los otros dos chicos recogen y llevan todo hasta el siguiente punto de reunion río arriba, lo montan todo y nos esperan para pasar la siguiente noche.

Pasamos casi cada noche en uno de estos campamentos, pero podría ser peor como veríamoss luego.

Monday, September 10, 2012

Dia 7: DIA EN EL PUEBLO

Nos despertamos temprano. Desayunamos hablando con un chico del hotel con el que al final tuvimos buena amistad. El estaba interesado en aprender español, así que le escribimos unas cuantas frases en un papel. A cambió el nos enseñó algo de Bahasa Indonesia. No es muy complicado, al final terminé sabiendo algunas frases. También le preguntamos por el sonido extraño de nuestra habitación, que yo pensaba que era un murcielago, y el nos explicó que se trataba de un pequeño lagarto que ellos llaman “Cicak”. Realmente pequeño para el ruido que hacía.



Hora del baño. El hotel tiene unas escaleras que van a un jardín, y al río. Diego se quedó tomando el sol, yo preferí darme un baño. La corriente era bastante fuerte y a menudo tenía que agarrarme a las rocas para no ser arrastrado. De repente, parado en una de esas rocas, mire hacia arriba y en uno de los balcones de una de las habitaciones, la vi. Una de las chicas del hotel. Se acababa de duchar y estaba ahi, con su melena negra y lisa, su piel morena y mojada brillando al sol, envuelta en una toalla. Me vio, me sonrio y se volvio de espaldas. De vez en cuando mientras se secaba el pelo, giraba la cabeza, me miraba y volvia a sonreir. Si no fuera porque Diego estaba seguro de que a ella le gustaba el....diria que me estaba provocando.
 
 Cada cierto tiempo pasaban niños navegando en cámaras de ruedas de camión a modo de “donuts” de los parques acuáticos y todos me ofrecían coger una, así que al rato bajé río abajo hasta encontrarme con ellos y me dejaron una encantados. Subimos hasta la zona del centro de orangutanes (20 min. Andando) y antes de lanzarnos al agua ellos empezaron a atar unas cámaras a otras. Al final teníamos un “barco-tren” de caucho.



La experiencia fue mas que divertida, me lo pasé en grande aunque el río no era demasiado bravo. Además los niños eran geniales. No paraban de reírse y de mojar a todo el mundo que hacia la colada a la orilla del río o a cualquiera que ya estuviera dentro bañándose. Lo malo, es que, una vez abajo, había que volver a subir andando, así que decidí hacerlo solo dos veces. Por el camino, en la aldea, todo el mundo te mira y te sonríe, pero no es como en Thailand, donde sabes que te sonrien porque en realidad ellos no ven a una persona extranjera, ellos ven un billete de dolar como en los dibujos animados. Aqui se puede sentir como la gente local realmente aprecia y se alegra de que el visitante disfrute  de su pueblo y su gente. Te saludan, te preguntan... Te sientes incluso mejor que en casa.

 
Después de comer se acercaron los dos guías para ver como teníamos la idea de la expedición por la selva. Les contamos lo que nos había propuesto el guarda del centro y ellos nos contaron que lo mejor es ir con guías y pasar varias noches en la selva si lo que queríamos era ver animales y vivr la experiencia. Además nos contaron que la aldea se sustenta con eso. Así que negociamos pasar 5 días en le selva, 4 noches, por unos 85 euros cada uno. Nos parecía un poco caro para el país, pero cuando vimos el despliegue...lo entendimos. Quedamos con ellos para el día siguiente a las 6 de la mañana.


Por la noche después de cenar, los chicos y chicas del hotel se ponían en nuestra mesa a tocar la guitarra y cantar canciones de los 80-90 (todo el mundo en esa aldea sabía hacerlo).  La chica que habia visto antes no estaba. Así que después de cantar un rato nos fuimos a dormir nerviosos por la expedición, cosa que yo deseaba especialmente porqué en parte, uno de los objetivos del viaje era precisamente para eso. Después de ver tantos documentales, me moría de ganas de entrar de lleno en una jungla tropical como esa.