Wednesday, October 3, 2012

Día 9.1: VARANOS

Cuando me desperté todo el mundo dormía. Hacía frío. Me dolía todo de las raices y las piedras clavándose en mi cuerpo durante la noche. Salí de la tienda, el sol estaba todavía escondido y había algo de niebla que no dejaba ver entre la vegetación. Me lavé la cara en el río y al incorporarme ví a una familia de macacos bañandose a 5 metros de mí, eran 7 u 8 monos. Uno de ellos se acercó a mí y se puso a observar el objetivo de mi cámara. De pronto se asustó, se echó para atrás y me dí cuenta de que había visto su propio reflejo en la lente y pensaba que era otro mono, tened cuiadado con esto porqué más tarde me volvió a pasar lo mismo con otro mono y se puso bastante violento con mi cámara. Al menos pude sacar algunas fotos.

De repente los monos empezaron a gritar y se pusieron a la defensiva mirándome. Yo no entendía  nada, hasta que miré a mi izquierda y ví salir de entre la vegetación a un lagarto monitor o varano ( si no es esta la especie, lo siento ) de unos 2 metros de largo a menos de un metro de mis piernas, sacando la lengua y moviendo la cabeza de un lado a otro. Estaba tan cerca que llegó a tocarme con su lengua y entonces empezo a hacer una cosa rara levantando el torso...yo no sabía que hacer. Entonces, una voz me dijo: "Shhhh, no te muevas, quédate quieto..." Era uno de los guías que ya se había despertado. Se acercó a mí y empezó a hacer los mismos moviemientos que el lagarto....una situación un poco rara, pero al rato de hacer eso, el varano echó el torso al suelo otra vez, se dió la vuelta y se metió al río.

Nos sentamos en silencio a desayunar, té y galletitas dulces y a disfrutar de un momento de paz tan exclusivo. La selva empezaba a despertar con los sonidos de insectos, monos, pajaros...Pero un sonido se elevaba por encima de todos los demas, un grito que venía de lejos y aún así tenía una potencia enorme y un mensaje claro: Esta es mi selva!! Era un Gibón o como los llaman allí Siamang. Estos simios tienen una especie de membrana bajo el cuello que se hincha como en algunos sapos y lanzan un grito que se puede oir a mucha distancia. Cada mañana el macho y la hembra hacen esto juntos para reclamar su territorio. Me explicó el guía.

También me explicó que lo que había hecho con el lagarto unos minutos antes era también un comportamiento territorial. Los varanos enseñan el torso y sacuden la cabeza en señal de advertencia pero si otro mas grande que ellos hace lo mismo, se dan por vencidos. También me comentó que había que tener cuidado porqué algunas veces muerden y no hacen ascos a nada.

Al cabo de 1 hora más o menos empezaron a despertarse los demás miembros del grupo. Se acabó la paz.  Desayunamos todos juntos, nos dimos un baño en la cascada y nos preparamos para separarnos. Todos se volvían al pueblo haciendo rafting por el río. Silvia, la chica alemana, decía que no querría venir con nosotros porqué íbamos demasiado deprisa y ella no podía seguir ese ritmo. Le prometimos que a partir de ahora iríamos mas despacio, el día anteior sólo intentabamos dejar atrás el ruido del grupo, así que aceptó acompañarnos una noche más.


Monday, October 1, 2012

Día 8.4: CAMPAMENTO 1

Después de comer nos sentamos unos minutos en las rocas, con los pies en el agua a charlar con los guías y demás excursionisstas. Terminamos de limpiarnos un poco y refrescarnos por última vez antes de emprender la marcha otra vez.

Empezamos todos juntos, subiendo una colina más hasta que llegamos a una zona donde la selva no era tan espesa, habían árboles con lianas y el chico Inglés se empeñó en hacer de Tarzán. Estábamos todos mirando como el chaval hacía el idiota, cuando el guía llamó a uno de los holandeses y le señaló la entrepierna. Todos miramos y vimos que tenía el pantalón manchado de sangre.

Al pobre le entró el pánico cuando el guía le dijo que era una sanguijuela y sin pensárselo dos veces se quitó el pantalón, y los calzoncillos. Allí estaba....justo en la ingle. Que suerte tuvo de que la sanguijuela se hubiera cansado de escalar tan pronto. La verdad es que era asquerosa, gorda y negra como si hubiera estado horas succionando al pobre holandés y no tuviera pensado parar nunca.

El guía se la arrancó con las manos y stuvo jugando con ella un rato. Al momento caí en la cuenta de que nosotros también podríamos tener alguna. Todos nos desnudamos y efectivamente, 4 de nosotros tenían alguna. La mía en el muslo...la pillé de camino, todavía no estaba hinchada de sangre.

Seguimos caminando y en vista de que esta gente no se iba a callar nunca, decidimos intentar seguir a Jhonson una vez más. Esta vez no nos costó tanto. O nos estábamos acostumbrando o él estaba mas cansado.

Al cabo de unas 4 horas de caminar sin parar bajamos la última colina. Allí encontramos una cascada y el campamento ya preparado por otros dos hombres que habían llegado navengando por el río.

Habían preparado la cocina, recogido algo de leña y herbido algo de agua del río para rellenar nuestras botellas.

Yo no pude esperar más, me quite la ropa y me fuí a dar un baño en el río y la cascada. Que bién sienta eso después de infinitas horas de caminar por el barro entre las hojas cortantes de algunas plantas y ser perseguido por orangutanes locos.

Después del baño, cuando ya habían llegado todos, cenamos arroz frito con verduras que habían recogido de la selva y de postre unas galletas que crecían por allí cerca....o que alguno había traido desde el pueblo.


Más tarde nos fuimos a la supuesta tienda, encendimos un fuego y jugamos a cartas al estilo Indo. uno de los guías nos enseñó algunos juegos bastante divertidos. Yo me acosté el primero, bajo mi trozo de tienda habían ramas o raices y piedras que se podían notar perfectamente ( es como dormir directamente en el suelo, sólo hay un fino plástico para aislarte de la humedad ). Pensé que no podría dormir así, pero con el cansancio que tenía....caí rendido en unos minutos.